El partido de ida desarrollado en Asunción no fue muy alentador, un 2-0 en contra mermó las espectativas del equipo cafetero, además el compromiso no podía celebrarse en Medellín por la poca capacidad de asistentes que tenía el Atanasio Girardot en ese entonces, ahora es el segundo estadio más grande del país después del Metropolitano, eso obligaba a los hinchas de Nacional a viajar hasta la cipital para apreciar el partido.
Como se suponía, la veteranía de los paraguayos se sobreponía a la inocencia de los colombianos, pero derepente el conjunto colombiano logró que los fanáticos se desprendieran de sus asientos y celebraran el primer tanto, ese que los acercaba cada vez más a la tanda desde el punto del penal, luego llegó el segundo gol y más tarde la fatídica tanda de penales.
En los penales, la figura fue sin dudas Rene Higuita, arquero que se consolidó como el más grande ataja penales de la historia de la copa y que le brindó así el primer título internacional a Colombia, un logro que catapultó al verde al estrellato.